FUNDACIÓN
La Santa Faz

AUTORIDADES

COMISIÓN DIRECTIVA
Pbro. Eduardo Pérez dal Lago
Presidente

Jorge Brocca

Secretario

Liliana Pérez dal Lago

Tesorera
Ing. Fernando Héctor Pérez

Primer Vocal

Lic. José Francisco Reyes

Segundo Vocal

Elena Zuberbühler de Hueyo

Tercer vocal

R. P. Lic. Fray Pablo Caronello

Cuarto Vocal

RESPONSABLES DE ÁREA
Prof. Nicolás Terán

Director Residencia Universitaria Hogar San José

Prof. Priscila Fornasari 

Directora de la Residencia Universitaria Santa Teresita

Dra. María Ana Baldani

Rectora Instituto de Artes Visuales Beato Angélico

OTRAS ÁREAS

Federico Figueredo

Intendente y ecónomo

Sebastián Durango-Muñetón

Comunicaciones

José Reyes y Sebastián Durango-M.

Cultura y Fe

Joaquín Abrard

Bibliotecario

BENEFACTORES

Recordamos con eterna gratitud a nuestros bienhechores que colaboraron con su servicio y patrimonio a la Fundación La Santa Faz.
Jorge Alberto Hueyo Bengolea
(† 1985)

Abogado y hacendado porteño. Su incansable sed de conocimiento lo llevó a reunir una importante biblioteca de más de tres mil volúmenes. En 2003 los libros fueron donados por su viuda, Elena María Zuberbühler, al Padre Eduardo Pérez dal Lago y constituyen el acervo inicial de la Biblioteca de la Fundación La Santa Faz.

Gloria Noguera de Madariaga Anchorena
(† 2006)

Mujer de extraordinaria belleza interior y exterior, espíritu libre y generoso, siempre dispuesto a socorrer al necesitado. Gran amiga y benefactora del Padre Eduardo durante su vida. A su muerte, legó una importante colección de libros y obras de arte que actualmente forman parte del patrimonio de la Fundación La Santa Faz.

Lidia Parodi de Karpiej
(† 2015)

Buscadora de belleza, bien y verdad. Pintora e iconógrafa. Falleció luego de una larga enfermedad y, a través de su testamento, legó a la Fundación La Santa Faz una hermosa casa en el barrio de Belgrano, con su mobiliario y biblioteca, que permitió la compra de la sede de la Residencia Universitaria Hogar San José.

Alicia Bergara de Uriburu

(† 2024)

Entusiasta servidora de Dios y verdadera fundadora espiritual de nuestra institución. Desde su aparentemente humilde rol de secretaria, que vivía como la máxima expresión de su servicio a Dios, su huella inteligente y femenina dejó su impronta en cada proyecto,  particularmente en la construcción de la Capilla Santa María Puerta del Cielo.