¿Qué es el patrimonio?
¿Qué es el patrimonio?

Los romanos distinguían entre matrimonio y patrimonio. La terminación monio viene de la palabra latina munere que significa ministerio, oficio propio. De modo que la tarea propia del padre –el patrimonio– es la de proveer todo lo necesario para el sustento de la casa y la misión propia de la madre –el matrimonio– es la de entretejer la familia.

Por eso cuando Dios crea al varón lo dota de un cuerpo más apto para la intemperie y una inteligencia más razonadora. Él deberá salir de la casa, ganar el pan con el sudor de su frente, negociar el fruto de sus manos con los vecinos para obtener todo lo restante y llevar a la mesa de familia lo necesario para su sustento. Su fortaleza le permitirá sufrir los rigores que supone la intemperie y su razón lo habilitará para el diálogo con los “otros”, los “de afuera”, sean vecinos o extranjeros.

En cambio, cuando Dios crea una mujer, la piensa con la capacidad de engendrar vida en su seno y con una inteligencia más intuitiva. Ella no debe salir, sino entrar; ella no debe negociar con extraños, sino establecer relaciones entre cercanos. Debe acercar el corazón del padre a los hijos y el de los hijos al padre. Su misión es enseñar la concordia entre los hermanos.
Así tenemos que el patrimonio es un conjunto de bienes aportados por el padre para el sustento de la familia, particularmente de los hijos. Este “padre” puede ser una persona natural o jurídica.

Por eso el patrimonio de una fundación es el conjunto de bienes destinados por el fundador con el fin de sustentar a sus beneficiarios. En el patrimonio se distinguen aquellos bienes cuantificables económicamente que el fundador dota para el sostenimiento material de la fundación de los que, no siendo cuantificables, son sólo cualificables. Cualificar el patrimonio de una institución es el fin de un catálogo patrimonial y es un acto propio del fundador o de quien tenga pericia para hacerlo.

Texto extraído del catálogo Belle Époque y los Años Locos, 2018.
Autor: Pbro. Eduardo Pérez dal Lago.
Fotografía: Rodrigo Riquelme.
Adaptación y selección del texto para la web: Sebastián Durango-Muñetón.

Compartir: